El empaque final en la industria de pinturas y lubricantes es crucial para proteger los productos terminados durante su almacenamiento, transporte y manipulación, además de servir como medio de presentación para el consumidor final.
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Aplicaciones
Pinturas
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Envases y recipientes
Las pinturas se envasan típicamente en recipientes como latas, bidones, tambores o contenedores más grandes, dependiendo del volumen del producto y su aplicación prevista. Estos recipientes suelen ser de metal, plástico o cartón, y pueden estar diseñados para ser apilables y resistentes a los golpes. -
Etiquetado
Cada envase de pintura suele llevar etiquetas que proporcionan información importante sobre el producto, como la marca, el tipo de pintura, las instrucciones de uso, las advertencias de seguridad y los ingredientes. El etiquetado puede realizarse mediante etiquetas autoadhesivas impresas o etiquetas adheridas durante el proceso de llenado. -
Embalaje secundario
Los envases individuales de pintura pueden agruparse en cajas o paletas para facilitar su manejo y transporte. Estos embalajes secundarios suelen ser de cartón o plástico y pueden llevar información adicional sobre el producto, así como códigos de barras para el seguimiento logístico.
Lubricantes
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Envases y recipientes
Los lubricantes se envasan en una variedad de recipientes, que van desde botellas pequeñas hasta tambores y contenedores de gran tamaño. Estos recipientes están diseñados para proteger el producto contra la contaminación y la degradación durante su almacenamiento y transporte. -
Etiquetado
Al igual que en el caso de las pinturas, los envases de lubricantes llevan etiquetas que proporcionan información esencial sobre el producto, como la marca, el tipo de lubricante, las especificaciones técnicas y las instrucciones de uso. El etiquetado se realiza para cumplir con las regulaciones y estándares de la industria, así como para informar al consumidor sobre el producto que está adquiriendo. -
Embalaje secundario
Los envases individuales de lubricantes también pueden agruparse en cajas o paletas para facilitar su manipulación y transporte. Estos embalajes secundarios pueden llevar información adicional sobre el producto y pueden estar diseñados para proteger los envases individuales contra daños durante el transporte y el almacenamiento.
