En la industria alimentaria, la granulación se refiere al proceso de convertir ingredientes en polvo o líquidos en formas granuladas más grandes y uniformes. Esto puede mejorar la manipulación, el almacenamiento y la disolución de los ingredientes, así como la textura y la calidad del producto final. Aunque la granulación en la industria alimentaria puede no ser tan común como en la industria farmacéutica, hay algunas aplicaciones donde este proceso es relevante.
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Aplicaciones
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Granulación por aglomeración
Este método implica la formación de gránulos mediante la aglomeración de partículas de ingredientes utilizando líquidos, como agua o soluciones de azúcar o almidón. Los gránulos resultantes son más grandes y tienen una mejor fluidez y solubilidad, lo que los hace ideales para aplicaciones como cereales de desayuno, barras de cereal y productos de confitería. -
Granulación en lecho fluidizado
En este método, los ingredientes en polvo se rocían con un líquido de granulación y se secan en un lecho fluidizado. Esto crea gránulos que son uniformes en tamaño y forma. Esta técnica se utiliza a menudo en la producción de ingredientes para la industria alimentaria, como polvo de proteínas, mezclas de bebidas y aditivos alimentarios.
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Granulación en húmedo
Similar al proceso en la industria farmacéutica, la granulación en húmedo implica la adición de un líquido de granulación a los ingredientes secos y la formación de gránulos mediante la compresión o agitación. Este método se utiliza en la fabricación de alimentos extruidos, como cereales para el desayuno, bocadillos y productos de panadería. -
Granulación en seco
En este método, los ingredientes secos se mezclan y se comprimen mecánicamente para formar gránulos. Aunque menos común en la industria alimentaria, este método puede utilizarse en la producción de alimentos secos, como mezclas para hornear, condimentos en polvo y productos de repostería.